Oficina Prensa y Cultura.

Durante el desarrollo de la jornada, el investigador explicó a los norteños por qué la historia de Alejandro Durán va intrínseca en el folclor de nuestra región, el juglar es el músico primitivo de todas las generaciones, que con su acordeón conquistó los corazones de todas las personas que lo conocieron.
Alejo Durán, el negro grande por la dimensión de su talento y semblanza artística, es un ejemplo de responsabilidad, virtud que lo llevó a lograr tantos éxitos como el hecho de convertirse en rey vallenato en 1968.
Oñate Rivero fue enfático en decirle a los estudiantes que el folclor es un tesoro que no se puede dejar perder, que es algo que debe estar en la memoria de cada uno y así la historia del Vallenato se perpetué a través de los años.
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