Por: @HansselGebauer
Oficina de Prensa y Cultura.
El cuerpo docente del preescolar norteño, convencido que
las rondas infantiles tradicionales y el juego no solo dan alegría, realizaron
junto a los más pequeños de la institución una jornada especial para
divertirse.
Los protagonistas de la actividad aceptaron gustosos
dejarse contagiar de la alegría que llevan implícita las rondas tradicionales,
una oportunidad para tomarse de la mano y fortalecer destrezas, habilidades,
valores y actitudes que son muy necesarios para el desarrollo integral un niño.
Con rondas como juguemos en el bosque y agua de limón,
entre otras, los docentes norteños fortalecieron la relación con sus
estudiantes, ganando su confianza y el amor de sus alumnos que aceptarán
gustosos, después de jugar, trabajar en el interior del aula de clases.
Este tipo de
actividades ayudan a que los niños aprendan a relacionarse con sus pares e
iguales, esperar turnos y compartir, cosas básicas para toda su vida.
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