Por: @HansselGebauer
Oficina de Prensa y Cultura.
Antes de iniciar con el proceso de
de lecto – escritura, los pequeños de párvulos desarrollaron una jornada de
motricidad fina, en la cual estimularon su sistema nervioso y músculos de la
mano al jugar con espuma.
Realizando movimientos controlados y
deliberados simultáneos, los pequeños disfrutaron la actividad decisiva para la
habilidad de experimentación y aprendizaje sobre su entorno, además, esta
cumple un papel relevante en el aumento de la inteligencia.
De igual modo, los norteños de pre
jardín, jardín y transición realizaron actividades que estimulan su motricidad
gruesa, la cual involucra grupos musculares más grandes que implican mayor
aplicación de fuerza, velocidad y movimiento, siendo una jornada aeróbica la
ideal para lograr dicho propósito.
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